Estamos casi seguros de que no estamos solo en el universo pero no vemos a nadie mas

Un pregunta que todo humano se ha hecho, se hace y se hará al contemplar una noche clara y estrellada es si, en esa inmensidad que se observa y se percibe, la tierra es el único planeta en el universo donde se puede encontrar vida inteligente. Algunos siempre nos hemos resistido a pensar que somos los únicos, otros por lo contrario prefieren pensar que somos especiales y únicos. En la antigüedad se pensó en los dioses como observadores y dirigentes de nuestro destino. Aún hoy son muchos los que creen en un dios o un ser superior que nos dirige; pero ahora, también tenemos los que creen en la existencia de vida inteligente en otros rincones del universo, aunque por lo que sabemos, aún no hemos tropezado con ellos.

La obra que deseo presentar, aprovechando esta tarea propuesta en la asignatura de Filosofía, Ciencia y Literatura, es: “ Si el universo está lleno de extraterrestres… ¿dónde está todo el mundo? Setenta y cinco soluciones a la paradoja de Fermi y el problema de la vida extraterrestre”. Es una obra de Stephen Weeb que fue publicada en una primera edición en 2002 pero en aquella edición inicial presentaba 50 posible soluciones a la paradoja. En la segunda versión del 2015 , mas completa, son ya 75 las soluciones propuestas por el autor.

Stephen Webbes nacido en inglaterra en 1963 es un amante de la ciencia ficción. Reconoce que ésta ha influenciado mucho tanto en su carrera académica como profesional. Se graduó en físicas, primero de la clase, en la universidad de Briston y posteriormente obtuvo su doctorado en física teórica en la universidad de Manchester. En 1989 fue elegido miembro del Institute of Physics. Desde el 2019 es miembro del comité permanente de la SETI que es el acrónimo en inglés de Search for Extra Terrestrial Intelligence (búsqueda de inteligencia extraterrestre). Es profesor en la Universidad de Portsmouth en Reino Unido. Es, también, asesor de la serie “ciencia ficción” de la editorial internacional Springer y colaborador en la incipiente serie “Ciencia y arte” de la misma editorial.

Otra obras de divulgación científica escritas por Webb son: “Measuring the universe, The Cosmological Distance Ladder” (1999); “Out of this World, Colling Universes, Branes, Strinngs and other wild ideas of moderm physics” (2004) y “New Eyes on the Universe, Twelve Cosmic Mysteries and the Tools We Need to Solve Them”(2012) entro otros muchos.

En 2018 su TED talk “¿Dónde están todos los alienígenas?” fue nombrado uno de los 25 mas populares del año la cual fue visualizado 4,7 millones de veces.

La paradoja de Fermi surgió en 1950. Hace referencia a que dado la alta probabilidad de que en el universo haya vida inteligente, además de la nuestra, claro está. Parece increíble que aún no se haya dado un contacto entre nuestra civilización y alguna de las que teóricamente se ha predicho su existencia. «¿Dónde están? ¿Por qué no hemos encontrado trazas de vida extraterrestre inteligente, por ejemplo, sondas, naves espaciales o transmisiones?» se preguntó el físico experimental y teórico italiano de nacimiento Enrico Fermi cuando postuló la paradoja.

1961 el presidente del instituto SETI de aquel entonces Frank Drake, estando trabajando en el Observatorio Nacional de Radioastronomía en Green Bank, Virgina occidental (EEUU), propuso una ecuación para poder estimar la cantidad de civilizaciones que podría haber en la vía láctea con capacidad para poseer emisoras de radio detectables por nuestra civilización. Dicha expresión es conocida como ecuación o formula de Drake y tiene la siguiente forma:

Como ya se ha dicho, N representa la cantidad de civilizaciones extraterrestres con capacidad para establecer contacto con nosotros. Para poder calcular el valor de N es necesario conocer el ritmo R con el que se forman las estrellas en la vía láctea. Después es necesario establecer la fracción de las estrellas que poseen planetas, que llamaremos fp. Posteriormente para las estrellas con planetas, el número de planetas ne que poseen entornos adecuados para que se desarrolle la vida. También es necesario determinar la fracción fl de esos planetas en los que, de hecho, llega a desarrollarse la vida. La fracción fi representa la fracción de esos planetas en la que la vida desarrolla inteligencia. La fracción Fp representa la proporción de las formas de vida inteligentes que son capaces de crear una cultura capaz de establecer contacto interestelar. Por último tenemos el factor L que representa el tiempo en años que una cultura dedicará a buscar vida en otras zonas de la vía láctea.


El propio Drake estimo el valor de N en 10 pero distintos investigadores han llegado a distintos números aunque mucho mas pequeños muy a tener en cuenta dado el gran número de galaxias estimadas en el universo. Se estima que en el universo hay 2 billones de galaxias y unos 7*1022 estrellas. Es por ello que se baraja que en estos momentos en el universo puede haber entre 282 y 4975 civilizaciones queriendo establecer contacto mediante señales de radio. La verdad es que no tiene mucho sentido cuantificar el valor de N ya que muchos de los factores que lo determinan son totalmente subjetivos pero la virtualidad de la ecuación radica en que es muy probable que existan otras civilización en el universo.

Desde que se formuló la ecuación de Drake han sido muchas las propuestas de modificación realizadas, se han propuesto nuevos factores y se han hecho nuevas estimaciones pero lo importante, como ya se ha dicho, no es el valor exacto obtenido mediante la expresión sino el concepto y la posibilidad en si.

Stephen Webb en la obra a estudio nos ofrece 75 soluciones a la paradoja de Fermi agrupándolas en tres grandes categorías. La 10 primeras soluciones determinan que las civilizaciones inteligentes extraterrestres están aquí o por lo menos han estado aquí. En este sentido ofrece distintos puntos de vista desde que los propios humanos somos una civilización extraterrestre a otros incluso más descabelladas.

Las soluciones de la segunda categoría claman que las civilizaciones extraterrestres existen pero que aún no se han manifestado o no tenemos noticias de ellas. Webb propone 50 soluciones en esta categoría. Argumenta que las estrellas están lejos y que aún no han tenido tiempo de llegar; que los alienígenas están esperando el momento adecuado para presentarse; que no somos capaces de interpretar las señales que nos están llegando continuamente; …

Por último, la tercera categoría hay 24 posibles soluciones en la que defiende que las civilizaciones alienígenas inteligentes no existen. Para justificarlo hace hincapié en la excepcionalidad de nuestro planeta y las condiciones que se han dado en ella a la hora de desarrollarse la vida.

A lo largo de la obra vamos encontrando muchos conceptos que actualmente se están estudiando y debatiendo por los físicos teóricos. En una forma clara y ordenada, ya que las soluciones se estudian una a una, se presentan distintas teorías y cuestiones en una forma simple y clara; comprensible tanto para los entendidos como para los que se acercan al tema por primera vez.

Es un libro que nos hace reflexionar sobre varias preguntas o preocupaciones filosóficas que los seres humanos hemos debatido lo largo de la historias. Nos hace reflexionar sobre nuestro papel en el universo. ¿Somos tan especiales como pensábamos? Si es así seremos la única civilización inteligente a lo largo y ancho del universo. ¿Nuestra existencia es capricho del azar? O por lo contrario ¿Hay un diseño en la creación?

Pero si no somos tan especiales, y parece que esta seria la conclusión correcta, puede que haya otras muchas civilizaciones que estén buscando vida fuera de su propio planeta. ¿Tenemos que tener miedo a que seamos descubiertos por una civilización extraterrestre superior? Viendo lo que los europeos hicieron en América cuando supuestamente la descubrieron, puede que si. Si resulta que el universo esta lleno de especies inteligentes ¿Qué podríamos sacar de ello? ¿Como deberíamos entablar contacto? ¿Con que fines? ¿Quien nos tendría que liderar? ¿Los políticos o los científicos? Estas y otras muchas preguntas se han ido explorando y desarrollando en numerosas novelas y películas sobre invasiones de nuestro planeta por alienígenas como en otras donde nuestra especie es la que invade otros planetas.

En mi opinión es indudable la existencia de vida inteligente en algún lugar del universo; me niego a pensar que somos la única especie inteligente desarrollada en tan inmenso y variado espacio. Otra cosa es que no encontraremos una especie semejante a la nuestra. Supongo, como ocurre en la propia tierra, que en cada hábitat o dependiendo de las condiciones dadas la vida evolucionará de forma distinta y seguramente inimaginable para nosotros. Lo mas gracioso es que una especia como la nuestra que se considera inteligente va ha ser lo suficientemente estúpida como para acabar con su propia existencia a causa de nuestros actos. Contaminamos, destrozamos y malgastamos el único planeta que, por ahora, nos puede dar sustento. Por lo que parece, si seguimos el camino emprendido, agotaremos nuestro planeta antes de poder salir de ella como civilización. No necesitamos ser invadidos para que nos aniquilen, para eso nosotros mismos somos autosuficientes.

Bibliografia
http://rationallyspeakingpodcast.org/show/rs-203-stephen-webb-on-where-is-everybody-solutions-to-the-f.html
https://www.readersdigest.co.uk/inspire/life/could-there-be-extraterrestrial-life
https://es.wikipedia.org/wiki/Ecuaci%C3%B3n_de_Drake
https://www.muyinteresante.es/ciencia/articulo/el-universo-contiene-2-billones-de-galaxias-841484641405

Imágenes
https://www.akal.com/libro/si-el-universo-esta-lleno-de-extraterrestres-donde-esta-todo-el-mundo_49211/
Imagen de danny04135 en Pixabay
https://www.ted.com/speakers/stephen_webb

Comentarios

Entradas populares de este blog

Ciencia: ¿de lo general a lo particular, o viceversa?

El estribo, el combate con carga de caballería, el feudalismo y la caballería