Nunca es tarde si la dicha es buena.

Es innegable la responsabilidad ética que tienen los científicos en las investigaciones que realizan, aunque no siempre les podemos culpar del mal uso que se realiza de sus investigaciones. En numerosas ocasiones ciertas investigaciones realizadas con fines nobles llegan a ser nefastas para la humanidad dado el mal uso que se les da por países o personas ajenas a la investigación primigenia.

En esta ocasión quiero subrayar una contradicción de uno de los científicos mas icónico de todos los tiempos. Me refiero a Albert Einstein. Leyendo un poco la biografía de éste y revisando algunas de sus frases célebres me he topado con esta “No puedes prevenir la guerra y prepararte para ella al mismo tiempo” y me ha inquietado profundamente ya que parece que la frase no coincide con los hechos en los que participó él mismo.

Por un lado he podido leer, en el documento que Einstein le mandó al presidente de los Estados Unidos de América el 2 de agosto de 1939, que subrayaba la necesidad de desarrollar un nuevo fenómeno, referiéndose a las reacciones nucleares, mediante el cual se podría construir una bomba con una capacidad de destrucción sin precedente. Einstein además de alertar de que Alemania estaba trabajando seriamente para conseguir dicha arma propuso crear una figura que coordinara y ejerciera de puente entre la administración y los científicos norteamericanos o refugiados en los Estados Unidos. Esta carta fue la que le dio el impulso definitivo al proyecto Manhatam que fue el que creo las bombas nucleares, Little Boy y Fat Man, que el año 1945 se utilizaron en Hiroshima y Nagasaki. Einstein instó a lo Estados Unidos de América a prepararse para la guerra y después colaboró en el desarrollo de bomba nuclear en una forma activa.

En 1955, sin embargo, Einstein, en su última semana de vida rubricó una declaración contra la utilización de las armas nucleares que fue impulsada por el filósofo británico Bertrand Russell y que fue mandada a todos los gobiernos poderosos del mundo. Dicha declaración fue firmada por los científicos, de ambos bandos, más notables del momento. En la declaración se alertaba de los grandes peligros que suponían las armas nucleares para la raza humana. Se proponía la utilización de medios pacíficos para la resolución de los asuntos en disputa. En esta ocasión Einstein tomo la determinación para prevenir la guerra nuclear.

Se ha podido observar que Einstein pasó de prepara la guerra nuclear a querer prevenirla justamente lo que él había dicho que no se podía hacer. De todas formas creo que la actitud que mostraron los firmantes la declaración o manifiesto Russell-Einstein fue muy valiente y útil para toda la humanidad. Dado que sirvió para que todos y cada uno de las personas tomáramos conciencia de los peligros que acarreaba una guerra nuclear. Einstein además creía firmemente en ello ya había dicho anteriormente “no sé qué armas se usarán en la Tercera Guerra Mundial. Pero puedo decirle cuáles se usarán en la cuarta: ¡piedras!” haciendo referencia a las catastróficas consecuencia que tendría una hipotética guerra nuclear.

Reconozco que no soy quien para juzgar a científico como Eintein y además creo firmemente que todos tenemos derecho a equivocarnos. Mas aún si después somos capaces de reconocer los fallos cometidos e intentamos remediar o compensar el daño producido. Es por ello que me quito el sombrero ante los firmantes del manifiesto sobre las armas nucleares. Creo firmemente que contribuyeron enormemente en evitar una catastrófica guerra nuclear que en aquel entonces parecía inminente y que aún su fantasma acecha hoy en día.


Fuente de la imagen: http://www.filosofia.org/cod/c1955rus.htm


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