Métodos para elaborar alimentos funcionales
Existen 5 métodos principales para la elaboración de alimentos funcionales:
1- Proceso en el cual a los alimentos se les ha eliminado un componente particular que produce un efecto perjudicial en los consumidores o grupo concreto de ellos.
2- Proceso mediante el cual a un alimento se le incrementa un componente que ya poseían previamente pero ahora lo poseen en mas cantidad.
Para este apartado he seleccionado unas galletas con fibra, es decir, se supone que a parte de la fibra de los cereales que lo componen se le añade algún otro tipo de fibra para que se rico en fibra. Por otro lado he seleccionado una papilla para bebes de a partir de 6 meses con alto contenido en hierro y calcio.
3- proceso consistente en añadir a un alimento un componente que previamente no la poseía.
La leche no posee omega 3, en este caso se le añade artificialmente ya que este tipo de grasas están de moda y tienen buena fama. Por otro lado las bebidas de soja no suelen poseer calcio pero como en muchas ocasiones suele ser sustitutivo de la leche y este es un alimento fuente de calcio a la soja se le añade artificialmente.
4- Alimentos a los que se les ha sustituido uno de los componentes con efectos perjudiciales por otro que posean efectos positivos o neutros.
En estos dos casos se han sustituido las grasas que se utilizaban para utilizar unas de mejor calidad. En el caso de la Nocilla se sustituye el aceite de palma y en el caso de las croquetas las grasas hidrogenadas. Tanto en uno como en el otro caso no se especifica por que tipo de grasa se han sustituido.
Para este última forma de producir alimentos funcionales se han elegido estos ejemplos: Benecol, un lácteo que ayuda a disminuir el colesterol y unas galletas producidas con el mismo fin.
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