La mejores recetas: con medidas imperfectas
Hoy en día, la época en la que se puede comprar de todo, nos venden utensilios sofisticados para realizar mediciones en la cocina. Nos venden balanzas con precisiones hasta centésimas de gr, o cucharas para medir volúmenes de hasta 1ml. Pero, ¿Es necesario tal precisión para la vida cotidiana? O , en realidad, ¿Es, esta precisión, una escusa para vender utensilios que no necesitamos?
Supongo que para algunas actividades, cuando estás realizando practicas en un laboratorio, por ejemplo, la precisión en las medidas en una cuestión fundamental ya que pequeñas variaciones podrían causar errores o desajustes que no se sabrían explicar de otro modo. Pero cuando estamos trabajando en una cocina o incluso cuando un farmacéutico está procesando una preparación específica para una dolencia en particular, una precisión con dos decimales no parece que sea fundamental.
En concreto cuando estamos trabajando en la cocina tener recetas demasiado rígidas con ingredientes en unas cantidades muy precisas disminuye la creatividad y dificulta la labor del cocinero. Las mejores recetas son las que toman como referencia de medida objetos cotidianos cono tazas, tacitas y cucharadas sopera o de café. También se utilizan palabras bastante mas ambiguas como pueden ser pizca, pellizco o incluso pellizquito de sal; medidas que están sujetas a los gustos y percepciones de la persona que elabora la receta.
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Bueno, la indefinición de los datos de las recetas es un hueco para la creatividad del experto, del que sabe lo que hace y puede inferir lo que pasará si aumenta o disminuye un ingrediente. Para el lego son una fuente de duda y hasta ansiedad ;-)
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