Reflexión personal esferas musicales y ser humano

Una canción, mas si es un tema bueno, ejerce distintas acciones sobre el ser humano o grupo de ellos. En un principio nos sincroniza con la personas que están a nuestro alrededor. El ritmo de un tema musical nos ordena el tiempo en intervalos y nos indica como movernos, como bailar. Por otro lado esta la melodía que enciende nuestros sentimientos incluso los colectivos que a menudo se nos pega y suele ser un problema quitárnoslo de la cabeza. Por último está la armonía que le da la envoltura a la música es la que le da otra dimensión y despierta nuestro lado más espiritual. En realidad con una buena canción podemos bailar, sincronizar el trabajo, enamorarnos, emocionarnos, llorar, reflexionar, entender e incluso viajar a otra dimensión.


Muchos autores entre ellos J. Botella y A. Esquivas mencionan distintas esferas del ser humano, distintas vías o modos que los humanos tenemos para entender el mundo. Aunque la cantidad de las esferas varia según el autor todos ellos mencionan estas tres: la fisiológica-instintiva; la Afectiva sentimental y La intelectual. No todos los seres humanos tenemos desarrollados las tres esferas en un mismo grado. Dichas esferas son independientes y las desarrollamos por separado. Estas tres esferas las podríamos emparejar con los tres parámetros más relevantes de la música: el ritmo; la melodía y la armonía.

El primer emparejamiento que realizaremos es entre la esfera fisiológica, instintiva del ser humano y el ritmo. La faceta fisiológica instintiva es la esfera más superficial y la primera que desarrolló el ser humano. Es la esfera que se encarga de satisfacer las necesidades biológicas y se basa mucho en los instintos. Está muy relacionada con los sentidos. Del mismo modo el ritmo también parece ser una de las primeras formas que podría haber adoptado la música. Es de suponer que los primeros seres humanos utilizarían la percusión como modo de comunicarse y de hacer música. El ritmo es la base de la música no hace falta entenderla, ni incluso ni escucharla, es suficiente con oírla. Todos los seres humanos tenemos un ritmo vital comemos, trabajamos, dormimos, nos levantamos y vuelve a repetirse. La naturaleza también tiene un ritmo cíclico de día y noche, de las estaciones. Se ha utilizado la percusión y el ritmo para sincronizar trabajos en el campo, para unificar el paso de las tropas, en definitiva para crear grupo. Es de suponer que el los ritos ancestrales la percusión y el ritmo tendrían un papel muy importante. Podría ayudar a un grupo en entrar en un trance comunitario.

Una vez satisfechos las necesidades fisiológicas el ser humano necesita algo mas, esta es la segunda esfera, la que denominamos la afectiva sentimental. Los humanos somos seres sociales que creamos vínculos y sentimientos con nuestros semejantes. Con esta segunda esfera se relaciona la melodía. Las melodías generan en nosotros emociones y sentimientos. Algunos de estos sentimientos suelen ser incluso colectivos. Los himnos de las canciones o los himnos de los equipos de fútbol levantan pasiones y tienen un papel cohesionador muy importante el la sociedad. Nos hacen sentir parte de algo más grande que el propio individuo: el grupo, la sociedad en resumidas cuentas. Podríamos decir que las melodías nos alcanzan el corazón y son capaces de emocionarnos, de sentir. Las melodías pueden cambiar nuestro estado de ánimo ya que la respuesta emocional ante un estímulo musical está estrechamente relacionada con el significado que le otorga cada individuo.

La esfera intelectual es la esfera la compleja del ser humano, hace referencia a la inteligencia, al pensamiento es la esfera que corresponde con la creatividad. Esta tercera esfera se empareja con la armonía. Si la melodía lo relacionábamos con el corazón la armonía lo tenemos que relacionar con la cabeza. Esta última esfera es la más compleja de las tres. Tiene un funcionamiento reflexivo y muchas veces no se entiende su estructura en una primera escucha. Hace falta una escucha activa para entenderla e interiorizarla. En ocasiones también se precisa de una formación o conocimientos previos. La armonía influye en el modo de percibir tanto el ritmo como la melodía ya que tiene la capacidad de modificar, completar y le da textura y un sentido global a la música.

En definitiva el ritmo hace referencia a los más simple los sentidos, la melodía al corazón y la armonía a la cabeza. Los tres elementos son esenciales tanto para formar un ser humano como es debido como para crear una obra musical en condiciones. Cada una de las esferas tiene que aportar su parte para poder un todo aceptable. Tanto los humanos como la música precisan cantidades de cada una de las tres esferas.


Jorge Botella, 2012
http://www.papelesparaelprogreso.com/numero60/6008.html

Antonio Esquivas, 2013
https://antoniovillalobos.wordpress.com/2013/03/23/los-tres-niveles-o-esferas-del-hombre/

Cabrelles Sagredo, Mª Soledad, 2007
http://www.cervantesvirtual.com/obra-visor/las-emociones-y-la-musica/html/

Imagen de Barbara Jackson en Pixabay


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